LA SUMA DE LA RELIGIÓN


"El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre"  Eclesiastés 12:13.

Miqueas 6:8
Mateo 22:36-40
2 Crónicas 7:14
Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?

Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.
Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?  Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
  • Temer a Dios
  • Andar en sus caminos
  • Servir a Dios de corazón
  • Guardar sus mandamientos
  •  Hacer justicia
  •  Amar misericordia
  • Humillarse ante Dios
  • Amar a Dios de corazón
  • Amar al prójimo como a ti mismo
  •  Humillarse ante Dios
  • Orar y buscar a Dios
  •  Conversión


Todas estas demandas abarcan una lista de cosas que pueden parecer diversas, pero que pueden resumirse en que la religión cristiana es más que una creencia, abarca todos los aspectos de nuestra existencia y es una vida doble, de contemplación y de acción.
Todo gira en torno a la fe y la obediencia; en nuestra respuesta a la realidad de su existencia y a su soberanía en nuestras vidas. Por un lado, implica tener una adecuada relación con él; por otro, vivir de una manera consecuente a fin de glorificarle.
Conclusiones:
1.      Temer a Dios es humillarse ante él. Pero no se puede temer a Dios sin antes amarlo de todo corazón.
2.      Andar en sus caminos y servirle involucra amar la misericordia y también amar sinceramente a nuestro prójimo.
3.      Guardar sus mandamientos implica hacer justicia, buscar a Dios y convertirnos de nuestros pecados.
Estos pensamientos se hallan resumidos en el gran mensaje para nuestro tiempo:

“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo,  diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”. Apocalipsis 14:6,7

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