JOSÉ DE NAZARET, SANTO EN LAS SOMBRAS

"Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios". Juan 8:41.
Treinta años después, la gente todavía seguía endilgándole a Jesús las circunstancias de su nacimiento. 
Claro, los judíos no creían en algo así como un nacimiento virginal; solo veían en José alguien que hizo lo que no debía, o -en el peor de los casos-, como un tonto que cargó con el hijo de otro. 
El padre terrenal de Cristo debió cargar con este estigma y con el rechazo social de su época al recibir a María. Pero... ¿Quién fue verdaderamente José?
Aunque la tradición ha adornado su vida con muchos detalles, son poco creíbles tales relatos. La Biblia dice muy poco sobre él, y es más escasa aún en relación con la niñez y juventud de Jesús. Su edad, sus luchas, los últimos años de su vida, las circunstancias de su muerte, nos son del todo desconocidas. 
Sin embargo, entre esa poca información, asoma un hombre extraordinario, un verdadero santo, que asumirá vivir del lado oscuro de la más brillante historia de todos los tiempos. 
Porque cuando Dios eligió a la bienaventurada virgen María, también lo eligió a él, y no precisamente para ocupar un lugar intrascendente. Recibió la honrosa pero difícil tarea de ser tutor del Hijo de Dios encarnado, el Salvador del mundo. Debía ayudarle, junto a su santa madre y la influencia de los ángeles, a vivir una vida sin pecado.

Veamos un breve resumen de la vida de José:
  • Llegó a ser esposo de María y padre adoptivo de Jesús. Mateo 1:16 - Lucas 3:23
  • Fue carpintero. Mateo13:55 - Marcos 6:3
  • Vivió en Nazaret. Lucas 2:4
  • Era descendiente de David. Mateo1:20
  • Fue a Belén con María a causa del censo y allí nació Jesús. Lucas 2:4-6
  • Presentó a Jesús en el templo. Lucas 2:21-38
  • Huyó con María y Jesús a Egipto. Mateo 2:13-18
  • Llevó a Jesús a Jerusalén a los 12 años de edad. Lucas: 2:41-45.
  • Perfecto ejemplo de obediencia y fidelidad. Mateo 1:16; 1:19 - 2:13 
José vivía en Nazaret, un lugar de merecida mala reputación, sin embargo se lo presenta como un hombre justo. Y no es una declaración cualquiera, para quien Dios aguardó ¡durante cuarenta siglos! para ocupar ese papel.
En la lista genealógica de Mateo figuran hombres de gran fe, héroes brillantes y grandes reyes; sin embargo, el privilegio de criar a Jesús, fue para este humilde artesano. 
Además recibió varias visitas de ángeles y revelaciones en sueños, por lo que podemos decir que tuvo el don de profecía. Cuatro veces en los primeros capítulos de ese evangelio se le presentan ángeles con instrucciones detalladas y su respuesta siempre fue dar una obediencia incondicional e instantánea.
Cada vez que aparece en los relatos del evangelio, lo hallamos cumpliendo voluntariamente y sin vacilar todo deber conocido, toda revelación divina. Es un magnífico ejemplo de obediencia por la fe. 
Al conocer el embarazo de María, quiso dejarla para evitar la lapidación y la vergüenza, pero al recibir la revelación, "despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer". Mateo 1:24
En las narraciones siguientes, se hace aún más evidente su fidelidad, y lo dispuesto que estaba a ser guiado por Dios:  
"Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo. Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto." Mateo 2:13-15
 Pero después de muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto, diciendo: Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la muerte del niño. Entonces él se levantó, y tomó al niño y a su madre, y vino a tierra de Israel.  Mateo 2:19-21
Pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá; pero avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea, y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno." Mateo 2:22,23
La última vez que oímos de José es en ocasión del cumpleaños número doce de Cristo, cuando lo llevan a la fiesta de Pascua en Jerusalén.  Allí Jesús les dice que tiene que estar ocupado "en los negocios de mi Padre" (Lucas: 2:41-45).
Al parecer, allí la transición se completa y su progenitor en la carne ya no volverá a aparecer. Tarea cumplida.
Sin embargo, podemos -y lo digo sin temor a herejía- rastrear a José en el carácter varonil, simétrico y laborioso de su extraordinario Hijo.
¿Qué lugar ocupará José de Nazaret en el reino de los cielos?
Estoy muy seguro que no le preocuparía elegir -así como lo hizo en toda su vida terrenal-, el sitial más modesto.
Pero por ahora, tiene toda mi admiración.

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