OPINIÓN AJENA O APROBACIÓN DIVINA

"Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo." Filipenses 2:15.

¿Te preocupa lo que otros opinen de ti? ¿Cómo impactan en tu vida esos juicios?

Para algunas personas muy especiales esto no constituye un problema. Pero al común de los mortales nos inquieta bastante lo que piensen de nosotros (especialmente cuando la opinión es negativa).
Esto puede llegar a tener efectos devastadores sobre la personalidad. Nos destroza la autoestima y hace que sintamos rechazo y frustración al ver nuestra persona o trabajo descalificados o muy pobremente apreciados.

Vale entonces la pena examinar un caso singular que figura en la Biblia, a fin de recibir aliento y esperanza.

Cuando Nabucodonosor invadió Jerusalén, buscó llevar a su reino "muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey". Daniel 1:4

Era un perfil elevado de jóvenes hermosos, capaces, cultos, instruidos y sofisticados el que buscaba. Pero de todos ellos, Daniel y sus tres compañeros se destacaban por poseer algo especial: estaban verdadera y totalmente consagrados al Señor. 

Si aquel rey tenía tan alto concepto de la excelencia que buscaba en sus colaboradores, ¡cuánto más nuestro Dios esperará de nosotros lo máximo!
Su opinión debería ser mucho más determinante que cualquiera otra ¿Verdad?

En su primera evaluación ellos fueron aprobados "summa cum laude" (con máximas alabanzas). " En todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey les consultó, los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino." Daniel 1:20

Pero allí no termina esta cuestión. A lo largo del libro se vierten las opiniones de reyes y magistrados -e incluso de sus peores enemigos-, sobre el valiente y fiel profeta. 

Veamos cual fue su evaluación:

1. El rey: "Yo el rey Nabucodonosor he visto este sueño. Tú, pues, Beltsasar, dirás la interpretación de él, porque todos los sabios de mi reino no han podido mostrarme su interpretación; mas tú puedes, porque mora en ti el espíritu de los dioses santos". Daniel 4:18 
2. La reina madre: "entró a la sala del banquete, y dijo: Rey, vive para siempre; no te turben tus pensamientos, ni palidezca tu rostro. En tu reino hay un hombre en el cual mora el espíritu de los dioses santos, y en los días de tu padre se halló en él luz e inteligencia y sabiduría, como sabiduría de los dioses; al que el rey Nabucodonosor tu padre, oh rey, constituyó jefe sobre todos los magos, astrólogos, caldeos y adivinos, por cuanto fue hallado en él mayor espíritu y ciencia y entendimiento, para interpretar sueños y descifrar enigmas y resolver dudas; esto es, en Daniel, al cual el rey puso por nombre Beltsasar. Llámese, pues, ahora a Daniel, y él te dará la interpretación". Daniel 5:10-12
3. Darío el medo: "Pero Daniel mismo era superior a estos sátrapas y gobernadores, porque había en él un espíritu superior; y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino." Daniel 6:3
4. Sus enemigos: "Entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él. Entonces dijeron aquellos hombres: No hallaremos contra este Daniel ocasión alguna para acusarle, si no la hallamos contra él en relación con la ley de su Dios." Daniel 6:4,5
5. La opinión del cielo: "aún estaba hablando en oración, cuando el varón Gabriel... vino a mí... diciendo: Daniel, ahora he salido para darte sabiduría y entendimiento. Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres muy amado. " Daniel 9:21-23

¿Te parece inalcanzable? ¿Crees que es mucho pedir?

No, pues esta biografía figura en nuestras Biblias para que nos sirva de modelo. 

Daniel no era un superhombre ni cosa parecida, pues contaba con las mismas ventajas que tu y yo podemos gozar por la gracia de Dios (a excepción tal vez de buena genética o una esmerada educación).

El elemento común de las primeras tres opiniones, es que Daniel era un hombre diferente porque su vida estaba guiada por un espíritu superior -es decir por el Espíritu Santo-. 

La opinión de sus adversarios destaca su fidelidad, pese a vivir en el corrompido ambiente político de su época (Vale también para nuestros días, ¿no es cierto?). La última resulta muy alentadora porque refleja, no una opinión humana, sino el amor que Dios y los moradores del cielo sienten por aquellos que son fieles.
Si esta no ha sido o no es tu experiencia, NO TE DESANIMES. Puedes todavía contar con la maravillosa gracia transformadora de Cristo, que convierte a los pecadores en santos y a fracasados en personas de notable éxito.
Cada uno de nosotros puede alcanzar las alturas de Daniel y merecer una impresión sobresaliente, si se coloca en las manos de Dios y se deja guiar por su Espíritu, si resuelve ser fiel a toda costa y persevera en ello cada día. 

¿El resultado? Recibiremos la aprobación y el aplauso del cielo, que valen más que cualquier alabanza humana que podamos recibir. 

Las Escrituras nos dicen que: "todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios... El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios". Romanos 8: 14,16

Sé un hijo de Dios irreprensible y sencillo, permitiendo que el Espíritu te guíe y resplandezcas en las tinieblas de este mundo para gloria de nuestro Padre Celestial.