LA VERDAD TRIUNFARÁ
"No andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino
por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia
humana delante de Dios". 2 Corintios 4:2.
No se deben minar las verdades fundamentales que el Señor nos ha
revelado mediante tantas evidencias milagrosas. Se debe escuchar una voz
que apoye definidamente la verdad, y contrarreste el escepticismo y las
falacias que nos están llegando de parte del enemigo de la verdad. Se
producirán reformas, y la obra de los principios de la verdad divina se
manifestará mediante un crecimiento en la gracia, porque los
instrumentos divinos son eficientes para iluminar y santificar el
entendimiento humano.
La verdad tal como es en Jesús, tal como fue proclamada por él
cuando se hallaba envuelto por la nube resplandeciente, es la misma
verdad en nuestros días, y renovará ciertamente del mismo modo la mente
de quien la reciba ahora así como lo hizo en lo pasado. Cristo declaró:
“Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque
alguno se levantare de los muertos”. Lucas 16:31.
Como pueblo, debemos preparar el camino del Señor, bajo la
supervigilancia del Espíritu Santo, para la diseminación del Evangelio
en toda su pureza. La corriente de agua viva debe profundizarse y ampliarse a medida que avanza. En todos los territorios, de lejos y de cerca, se llamará a hombres de detrás del arado y de las actividades comerciales más comunes y que más distraen la mente, para que sean educados junto a hombres de experiencia que comprenden la verdad. Mediante las obras maravillosas de Dios, se moverán montañas de dificultades y se las arrojará al mar. Trabajemos como quienes hemos experimentado el poder de la verdad...
Los que predican la verdad se esforzarán por demostrarla mediante
una vida bien ordenada y una piadosa conversación. Y al hacerlo,
llegarán a ser poderosos para proclamar la verdad y darle la aplicación
acertada que Dios le ha dado...
Se debe proclamar la invitación: “Hijo, ve hoy a trabajar a mi
viña”. Cuando esta invitación sea aceptada, será oído y entendido el
mensaje que significa tanto para los moradores de la tierra. Los hombres
sabrán qué es la verdad. La obra avanzará cada vez más. Y los notables
acontecimientos de la providencia se verán y se reconocerán tanto en
juicios como en bendiciones. La verdad arrebatará la victoria.
Tomado del libro "Cada Día con Dios" pág. 193
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