A LA APOSTASÍA SIGUE LA RUINA

"Por tanto, el Santo de Israel dice así: Porque desechasteis esta palabra, y confiasteis en violencia y en iniquidad, y en ello os habéis apoyado; por tanto, os será este pecado como grieta que amenaza ruina, extendiéndose en una pared elevada, cuya caída viene súbita y repentinamente. Y se quebrará como se quiebra un vaso de alfarero, que sin misericordia lo hacen pedazos". Isaías 30:12-14
Hace poco, la ciudad de Detroit (Michigan - EEUU), antaño conocida como "la capital del automovil", donde residían las tres automotrices más grandes de ese país, se declaró en quiebra. 
La noticia solo fue inesperada para quienes no vivimos allí. Con décadas de descenso de población, grave déficit presupuestario, alrededor de 78.000 edificios abandonados y pérdida constante de puestos de trabajo, este final estaba anunciado. La de Detroit es la mayor suspensión de pagos municipal de la historia estadounidense, con una deuda de 18.500 millones de dólares.
Y esta es solo la punta de un témpano. En Norteamérica -y en Europa- hay decenas de ciudades en la misma insostenible situación ¿Estará a la vista la ruina nacional de la gran nación del norte?
Las grandes ciudades como meca de prosperidad resultaron ser ilusorias visiones del pasado. Hoy en día, casi todas son enormes focos de corrupción, pobreza, criminalidad y decadencia.
Puede decirse de ellas lo mismo que de la antigua ciudad de Sodoma: "He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso. Y se llenaron de soberbia, e hicieron abominación delante de mí, y cuando lo vi las quité." Ezequiel 16:49,50
La caída en desgracia de esta ciudad, es una grieta en la pared que anuncia su ruina. Muestra una vislumbre de lo que está llevando aceleradamente al planeta a la crisis de los siglos.
La gran crisis económica provocada por la especulación inmobiliaria en Estados Unidos y Europa, resultó en enormes bolsones de pobreza en naciones desarrolladas y en un alarmante aumento de la desigualdad social. Esto, a su vez, dio origen a movimientos de "indignados" que protestan por mayor seguridad y una mejor calidad de vida en las ciudades.
A ello se une el aumento de crímenes de toda clase, caracterizados por un creciente aumento de la violencia. Los crímenes de todo tipo; robos, asaltos, asesinatos, secuestros, la drogadicción y la degradación moral cada vez mayor son el pan nuestro de cada día.
¿A dónde nos llevará todo esto?
Como no desea renunciar a su cómodo estilo de vida anterior, la gente presionará a favor de medidas que le permitan continuar en sus pecaminosos caminos. Los dirigentes buscarán satisfacer sus demandas, pasando por encima de sus propias leyes, si fuera necesario.
Por otra parte, el aumento del crimen, la codicia y la corrupción harán necesaria la búsqueda de legitimidad moral para su decadencia. El estado echará otra vez mano de la iglesia como en la Edad Media y los resultados serán idénticos a los de aquella época.  
Quisiera considerar estas citas del libro "Eventos de los últimos días" págs. 115, 116
  • Cuando nuestra nación (se refiere a los EE.UU.) promulgue leyes en sus concilios legislativos para comprometer la conciencia de los hombres en cuanto a sus privilegios religiosos, imponiendo la observancia del domingo y usando un poder opresivo contra los que guardan el día de reposo del séptimo día, la ley de Dios será sin duda invalidada en nuestro país; y a la apostasía nacional seguirá la ruina de la nación.
  • En el tiempo cuando la apostasía sea nacional, cuando los dirigentes del país, obrando de acuerdo con el plan de acción satánico, se alisten junto al hombre de pecado, entonces se colmará la medida de la culpa; la apostasía nacional es la señal para que ocurra la ruina nacional.
  • Cuando las iglesias protestantes se unan con el poder secular para sostener una falsa religión, a la cual se opusieron sus antepasados soportando la más terrible persecución, entonces el día de descanso papal será hecho obligatorio por la autoridad combinada de la Iglesia y el Estado. Habrá una apostasía nacional que determinará tan solo la ruina nacional.
  • Cuando el Estado haga uso de su poder para poner en vigor los decretos y sostener las instituciones de la Iglesia, entonces la protestante Norteamérica habrá formado una imagen del papado y habrá una apostasía nacional que solo concluirá en la ruina nacional.
Esto ya estaba escrito hace mucho tiempo, y muestra en que dirección se están moviendo los acontecimientos que llevarán a la crisis final de la historia. 
Como dije anteriormente, el caso de Detroit es una muestra de lo que sucederá a escala global, resultado de la codicia e impiedad del ser humano y de su rechazo a las leyes divinas.
Simplemente, a la apostasía sigue la ruina. Los hombres han desechado la Palabra de Dios como guía para sus vidas, y el resultado no se hará esperar.
Permita el Señor que tu y yo nos mantengamos firmes de parte de la verdad en esta hora tenebrosa que se acerca. Todos los recursos del mal se emplearán en nuestra contra. 
Pero no necesitamos temer, porque el Santo y Poderoso Dios está de nuestra parte y nos puede sostener en toda dificultad. Por la fe en Cristo, seremos más que vencedores, al punto "que podemos decir confiadamente: el Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre." Hebreos 13:6.

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