DIOS NO HIZO NADA POR ÉL

En la entrada anterior vimos que Jonatán hijo de Saúl había obtenido una gran victoria sobre los filisteos. Consultó a Dios y él le respondió; su fe lo impulsó entonces a avanzar en una empresa que, humanamente, estaba condenada al fracaso. Pero Dios honra a quienes le honran.
El caso de su padre, en cambio, fue diferente: "Y Saúl consultó a Dios: ¿Descenderé tras los filisteos? ¿Los entregarás en mano de Israel? Mas Jehová no le dio respuesta aquel día".  1º Samuel 14:37
El Señor promete contestar nuestras oraciones, y cumple con lo que prometió; pero en este caso no hizo nada por él ¿Por qué fue que Saúl no recibió respuesta?
Hubo sin duda una serie de pasos que llevaron a este hombre -una vez grandemente honrado por Dios y por todo el pueblo-, a caer de manera tan categórica:
  1. Al finalizar el primer año de su reinado, después de vencer a los amonitas, Saúl confió en sus propias fuerzas para pelear contra los filisteos
  2. Al ver que el pueblo desertaba, ofreció sacrificios, cometiendo así un pecado doble; demostró impaciencia hacia Dios y además usurpó las funciones de sacerdote.
  3. Cuando los filisteos huyen delante de Jonatán, llama al sacerdote para que traiga el arca a fin de consultar a Dios, pero luego considera que no hace falta. Evaluó humanamente la situación y consideró que podía vencer sin necesidad de consultar al Todopoderoso.
  4. A todo esto le añadió una prueba inventada por él mismo para satisfacer su ego: Pero los hombres de Israel fueron puestos en apuro aquel día; porque Saúl había juramentado al pueblo, diciendo: Cualquiera que coma pan antes de caer la noche, antes que haya tomado venganza de mis enemigos, sea maldito. Y todo el pueblo no había probado pan. (vs. 24)
  5. Finalmente estuvo dispuesto a matar a su propio hijo para mantener su voto, y lo hubiera hecho de no ser por el pueblo:"Entonces Saúl dijo a Jonatán: Declárame lo que has hecho. Y Jonatán se lo declaró y dijo: Ciertamente gusté un poco de miel con la punta de la vara que traía en mi mano; ¿y he de morir? Y Saúl respondió: Así me haga Dios y aun me añada, que sin duda morirás, Jonatán. Entonces el pueblo dijo a Saúl: ¿Ha de morir Jonatán, el que ha hecho esta grande salvación en Israel? No será así. Vive Jehová, que no ha de caer un cabello de su cabeza en tierra, pues que ha actuado hoy con Dios. Así el pueblo libró de morir a Jonatán". (vs. 43-45)
Saúl se convirtió así en un claro ejemplo del que procura ser justificado por sus obras independientemente de Dios, en agudo contraste con el fiel Jonatán.
  • La fe de Jonatán era una fe que obra por amor y produce salvación. Las obras de Saúl eran fruto de la presunción que es la falsificación satánica de la fe.
  • Uno actuó dependiendo de Dios y el otro dependía de sí mismo para la victoria.
  • El hijo esperó señal del Señor para actuar y el padre no esperó ni siguió nada más que su propio criterio.
  • Finalmente, la respuesta que recibió Jonatán fue un despliegue maravilloso del poder divino y la respuesta para Saúl fue el silencio.
Dios no hizo nada por él porque, como dijo el salmista: "Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado". Salmos 66:18
Si queremos que Dios haga algo por nosotros debemos obrar las obras de la fe, tal como Jonatán, apoyándonos plenamente en Dios y desconfiando de nosotros mismos.

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